Una tierra para todos, y todos en la misma tierra

Descubrí en Sri Lanka, mi país de corazón, el valor de los animales, las personas, la naturaleza... Fue muy fuerte cuando llegué a este país, acostumbrada a un universo tan diferente, me sacudió antes de que pudiera darme cuenta del cambio interno que había conllevado.

Hay mucho ruido cuando llegas, especialmente las grandes ciudades, pero al mismo tiempo está lleno de vida. Colores brillantes, sonidos de voces, sonidos de tuk tuk, coches y cerca de los templos los sonidos de las flautas típicas allí o los tambores de los hombres con ropa tradicional; y también mantras que salen de los altavoces como los recitados también por los discípulos.

Cuando llegamos más a las cercanías de Sigiriya, entramos en una exuberante fauna y flora. El primer día, estaba en videollamada cuando los monos empezaron a saltar desde una rama de árbol hacia el techo. Esos mismos fueron mi público al día siguiente, observándome desde esa misma rama, intentando realizar las posiciones de yoga.

A la mañana siguiente, esperé a que pasara un varano antes de ir a desayunar, su metro cincuenta le dio toda la prioridad. Se tomó su tiempo, como si estuviera inspeccionando las instalaciones, era más bien que estaba buscando su almuerzo; el hecho de que un animal de este tipo esté tan libre y pueda compartir su entorno natural con el hombre es simplemente mágico. Ya no miré a las lagartijas de la misma manera, era un poco como si conociera a su antepasado.

Los perros deambulan por los caminos y las calles, y mis ojos occidentales al principio pensaron "los pobres, abandonados". Luego, a medida que pasaban los días, pude ver que los lugareños los alimentan, que no se les probihe las playas donde pueden reunirse. Además, no vi a ninguno atropellado en la carretera, los conductores de Sri Lanka fuera de la ciudad van lentos la mayoria de las veces. También fui testigo de una colisión ligera, el coche de delante frenó porque ... un gallo había decidido cruzar la carretera!

Los gatos como de costumbre lo saben todo, están bastante cerca de lugares donde hay más población. Templos o incluso hoteles, sólo para recoger ofertas de comida en directo del proveedor. Pero son más discretos, éste me ignoró escandalosamente mientras se limpiaba, involucrado en su tarea, pero sobre todo despreocupado por mi presencia.

Las vacas también pueden vagar desde cualquier lugar, en medio de la población. También debería aprobarse una ley para prohibirles matarlas definitivamente en el país, incluso cuando sean viejitas. Como caminan lentamente, los conductores siguen su ritmo. Nuestra vaca de la foto se deleitaba con el coco sobrante, e incluso les dio a entender a los perros que era su comida y no la suya. Reinas en su reino...

Es imposible no hablar de ellos, porque están presentes en todo el país y en la cultura. Esta es la única sombra, porque incluso si los veneran y varios orfanatos los cuidan y alimentan a los bebés (demasiado lindos), estos animales siguen siendo asesinados por los seres humanos, a pesar de los riesgos involucrados por este crimen, porque penetran en áreas habitadas y resultan agresivos. Dado que los seres humanos han invadido el espacio habitable de los animales, es normal que este tipo de comportamiento suceda, claro que es menos peligroso vivir con perros, gatos y vacas, que con un animal de cuatro toneladas, que es más inteligente e impredecible. Es cierto que este ser es simplemente hermoso (soy una fan de los elefantes).

La profusión de flora también es impresionante, frangipani, jazmín, hibisco y flores de loto emergen en cualquier lugar. Huele muy bien... palmeras, cañas, todos esos árboles y plantas que suministran plantas medicinales ayurvédicas. La naturaleza da a los humanos todo lo que necesitan, y muestran su respeto agradeciéndole y agradeciendo al Señor Buda con sus ofrendas.

Cuenta una leyenda, para los católicos, de que Dios habría creado Sri Lanka a imagen del paraíso, para que Adán y Eva se sintieran como en casa cuando vivieran en la tierra. Los habría depositados en el Pico de Adán, una de las montañas más altas del país. Les habría dado a esta Perla del Océano Indico toda esta naturaleza mágica. Es un lugar sagrado para las 4 religiones: budista, católica, hindú y musulmana, cada una con su propia leyenda. Se trata de una peregrinación, que algunos emprenderán descalzos, realizada por la noche para llegar a la cumbre antes del amanecer, con miles de escalones para llegar al templo en la cima. Como no he emprendido aún este ascenso, claro que lo compartiré cuando lo haga.

Pues me dejé llevar tanto que ni siquiera he hablado de mi pueblo en Sri Lanka todavía, tendremos que esperar otra vez para que te lo cuente....